Trajes de flamenca

La moda flamenca es una de las más curiosas y divertidas que existen. Los trajes de flamenca van unidos a una larga tradición cultural, y son una expresión del carácter alegre y mediterráneo. Las prendas básicas van siempre acompañadas de grandes tocados, flores, mantones y otros accesorios, que en conjunto crean el look flamenco que ya es conocido en todo el mundo.

Los pendientes y peinecillos son algunos de los complementos más importantes. Son esenciales para completar los trajes de flamenca, y es que se caracterizan por tratarse de adornos de grandes dimensiones y colores vivos. La combinación de ambos elementos hace destacar el cabello, el rostro y el cuello de quien los lleva.

Por otra parte, los mantones flamencos aportan presencia y distinción. Estos consisten en amplios pañuelos que suelen colocarse sobre los hombros, y que la mujer hace ondear al andar o bailar. A menudo se busca que sus encendidos colores encajen correctamente con el traje de flamenca, que constituye la pieza central del atuendo tradicional.

Existen trajes de flamenca en una gran cantidad de estilos y estampados, entre los cuales destacan los topos y las flores. Todos ellos tienen en común un cuello amplio, que se estrecha progresivamente hasta marcar de forma bien ceñida la cintura. Estas prendas pueden ser de manga corta o larga, pero esta siempre termina en pliegues y adornos que hacen de las mangas una parte vistosa y muy dada al movimiento. El vestido flamenco vuelve a ensancharse desde la cintura hasta las piernas, buscando una vez más los vuelos, los adornos de encaje y, en general, la sensación de volumen. También es frecuente que terminen en una larga cola con volantes.

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