Cuidado y mantenimiento del traje de flamenca

Después de haber disfrutado de las ferias y romerías, es el momento de volver a vestir con ropa de calle y de guardar el vestido flamenco hasta la próxima ocasión en que podamos lucirlo. A fin de evitar encontrarnos con desagradables sorpresas, conviene limpiar y tratar el vestido antes de proceder a guardarlo en el armario.

Un vestido de flamenca hecho a medida o comprado en un taller para una ocasión especial y con el que se realzamos la belleza natural, puede volvernos a ayudar a conseguir este mismo efecto más adelante, quizás cambiando los complementos o con un nuevo peinado flamenco para dar un aspecto nuevo al traje, aunque para ello hay que asegurarse de que estará en las mejores condiciones cuando esta nueva oportunidad se presente.

Consejos básicos para el lavado de un vestido de flamenca en casa

Lavarlo tan pronto como sea posible después de las fiestas

Terminada la fiesta, hay mucho cansancio y muchos recuerdos de buenos momentos, pero no hay que dejarse vencer por la pereza. El vestido de flamenca hay que limpiarlo antes de guardarlo y lo mejor es hacerlo tan pronto como la fiesta ha terminado.

Precaución antes de aplicar quitamanchas, sobre todo los “trucos caseros”

A veces solo es necesario limpiarlo para quitar el polvo y la suciedad general de los días de fiesta, pero antes de proceder al lavado conviene revisar detenidamente la prenda para detectar si hay alguna mancha para tratarla antes del lavado. Eso sí, hay que valorar muy bien cuál será el tratamiento, ya que podría dañar el tejido o el estampado, si, en cualquier caso hay que aplicar tratamientos y no se conocen sus efectos, lo mejor es hacer una pequeña prueba en alguna zona escondida, como el dobladillo.

El lavado en casa, mejor a mano

Una recomendación para limpiar el vestido de flamenca es acudir a un centro de limpieza y lavado, ya que conocen qué tratamientos y procedimientos aplicar a los tejidos de los trajes flamencos, y cuáles no.

Sin embargo, si se opta por el lavado en casa, lo mejor es lavarlo a mano, con agua templada y con un detergente para tejidos delicados. En el caso de que se trate de un vestido flamenco con enaguas, estas deberán lavarse por separado, para evitar las trasfusiones de color de unos tejidos a otros.

Secarlos en una percha

Una vez lavado, lo ideal es colgar el vestido en una percha para que el tejido se estire y no se produzcan arrugas o marcas por pinzas o cuerdas. El vestido deberá quedar completamente extendido, sin tocar el suelo. El mejor lugar para colgar el vestido es una zona bien ventilada y luminosa, a la que no llegue el Sol directamente.

El planchado, del revés

Al secarlos en una percha, con algunos tejidos nos evitaremos el planchado, con otros no. Si a pesar de colgarlo en percha para secar, quedan arrugas, la mejor forma de eliminarlas es dar la vuelta al vestido y plancharlo del revés con la plancha a temperatura media.

Revisa costuras, y cerciórate de que no hay roturas

Del mismo modo, hay que revisar el estado general del tejido, las posibles roturas y los desgarros que se hubieran podido producir, procediendo a su reparación.

Guardar el vestido hasta la próxima Feria de Abril

Ahora sí, arreglado, limpio y planchado, es el momento de guardarlo en el armario. Para ello necesitaremos una percha y una bolsa para ropa. Al guardarlo, lo mejor es colgarlo del derecho, asegurando que no se caerá, incluso con ayuda de alguna pequeña alfiler o de imperdibles. Después se guarda en una bolsa para ropa en la que el vestido no quede arrugado o recogido, se elegirá un lugar en el armario en el que quede completamente extendido.

¡Así encontraremos nuestro vestido flamenco favorito en perfectas condiciones cuando queramos volver a lucir perfectas con ese look que ya sabemos que es infalible!

Tips para vestidos flamencos siempre perfectos

Preguntar sobre las recomendaciones de lavado y mantenimiento

Nadie como el personal que trabaja en el sector de la moda flamenca. Quienes diseñan y confeccionan los vestidos y quienes trabajan con ellos a diario saben cómo lograr que los vestidos flamencos luzcan perfectos en su portadora.

Aunque al comprar un vestido de flamenca se piensa en el momento de llevarlo y de lucir como una auténtica andaluza, no hay que olvidar que una vez que la jornada de fiesta haya terminado, habrá que proceder a guardarlo para más adelante. Preguntar e informarse sobre las recomendaciones de cuidado y mantenimiento de un vestido flamenco en la tienda es la mejor forma de saber cómo conservarlo en perfecto estado.

Dejarse asesorar por especialistas en moda flamenca

La moda flamenca se adapta a la perfección a nuevas tendencias y estilos, permitiendo incluir novedades de la moda de calle, como pueden ser nuevos tejidos, nuevos cortes, escotes… Sin embargo, la adaptación no es algo siempre sencillo de realizar.

Sastres y modistas saben mejor que nadie cómo lograr el resultado deseado en un vestido flamenco, aunque no siempre se puede hacer tal y como la portadora lo ha pensado. Por ejemplo, combinar diferentes tejidos no solo significa coserlos uno junto al otro, sino que habrá que valorar el peso de cada uno, la elasticidad y la resistencia.

Por ello, hay tener muy claro que el objetivo es lucir espectacular y que si nos dejamos asesorar evitaremos que el vestido se desgarre mientras bailamos sevillanas.

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